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Por Hugo Setzer

Texto publicado por El Universal el día 22 de abril en el suplemento Confabulario.

El 23 de abril se conmemora el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, una efeméride que nació en España gracias a la iniciativa de editores

El 23 de abril se celebra en todo el mundo al libro, en palabras de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), como “una de las invenciones más bellas para compartir ideas y que encarna un instrumento eficaz para luchar contra la pobreza y construir una paz sostenible”.

También se celebra el Derecho de Autor, que es el marco legal que justamente permite que florezca el ecosistema del libro. Gracias al Derecho de Autor, miles de autores y editores en el mundo pueden invertir tiempo y dinero en la publicación de obras que enriquecen a la sociedad, con la seguridad de que su esfuerzo se verá retribuido.

La celebración se remonta a la Diada de Sant Jordi o el Festival de San Jorge, que es la versión catalana del Día de San Valentín, cuando la gente se regala rosas rojas, pero también libros. Esta fiesta de un día, que se celebra cada año el 23 de abril, está inspirada en la leyenda de San Jorge, santo patrón de Cataluña desde 1456.

El 23 de abril de 1996 fue un día especial en Barcelona. Se llevaba a cabo entonces el Congreso de la Unión Internacional de Editores, con la asistencia de casi mil editores y acompañantes, provenientes de 47 países diferentes, cuando se celebró por primera vez el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor.

En noviembre de 1995, Federico Mayor, un científico, erudito, político, diplomático y poeta español que se desempeñó como director general de la UNESCO, de 1987 a 1999, había enviado una carta a Pere Vicens, presidente de la Federación de Gremios de Editores de España, informándole que la UNESCO había decidido por unanimidad declarar el 23 de abril como Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor.

Se eligió la fecha porque el 23 de abril de 1616 habían fallecido tres grandes escritores de su tiempo: Miguel de Cervantes, William Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega. Mayor deja claro en su carta a Vicens que, aunque esta oportuna iniciativa fue sugerida por el gobierno español, su paternidad puede atribuirse a los editores.

Posteriormente, en noviembre de 2001, invitado por Koïchiro Matsuura, el director general de la UNESCO que había sucedido a Federico Mayor, Pere Vicens, quien para entonces había sido electo presidente de la Unión Internacional de Editores, tuvo la oportunidad de dirigirse a la Asamblea General de la UNESCO para presentar la propuesta de una Capital Mundial del Libro.

Seis años después del lanzamiento del Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, la Unión Internacional de Editores tuvo la idea, inspirada en la exitosa experiencia de la ciudad de Madrid, de nominar al mejor programa de ciudad destinado a promover a los libros durante el período comprendido entre un Día del Libro y el siguiente.

A instancias de la Unión Internacional de Editores, con la ayuda de una propuesta del gobierno de España y el apoyo de muchos otros países, la Conferencia General de la UNESCO decidió, el 2 de noviembre de 2001, que la organización otorgaría su “apoyo moral e intelectual a la concepción e implementación” de la iniciativa Capital Mundial del Libro, utilizando como modelo e inspiración el exitoso evento de ese año en Madrid.

Madrid fue designada con carácter retroactivo primera Capital Mundial del Libro y desde entonces otras 21 ciudades han sido reconocidas por su compromiso con la promoción del libro y el fomento de la lectura, entre ellas la ciudad de Guadalajara, que justo termina este 23 de abril su año como Capital Mundial del Libro.

El gobierno del presidente municipal Pablo Lemus Navarro lanzó, con el apoyo de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, un ambicioso programa en torno al libro y la lectura, que se llevó a cabo a lo largo de todo este año. Para el próximo año la Capital Mundial de Libro será la cuidad de Acra, en Ghana.

En México tenemos la oportunidad de celebrar al libro en dos fechas diferentes. Debido a su admiración por Sor Juana Inés de la Cruz, el presidente José López Portillo instituyó, mediante decreto presidencial publicado el 6 de noviembre de 1979, el Día Nacional del Libro, a celebrarse el 12 de noviembre de cada año, en conmemoración del natalicio de la décima musa.

La UNESCO nos dice lo siguiente sobre el día del libro: “A través de la lectura y la celebración del Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, el 23 de abril, podemos abrirnos a los demás a pesar de la distancia, y viajar gracias a la imaginación. Este día rinde homenaje a los libros y a los autores y fomenta el acceso a la lectura para el mayor número posible de personas”. 

Fuente: Con información del libro The Fifth Quarter Century: The International Publishers Association 1996-2021, próximamente disponible bajo el sello Conecta, de Penguin Random House.

IMAGEN: El pabellón de México, país invitado de la versión 35 de la Feria Internacional del Libro de Bogotá. Imagen: Xinhua.