-->    
     

El autor mexicano Joaquín Guerrero Casasola será reconocido con el Premio Elena Poniatowska de novela, otorgado por la fundación de la reconocida escritora, gracias a su novela El método Kandinsky, la cual narra la historia de un hombre que estuvo involucrado en la guerra sucia de los años 70, y contrata a un joven asesino a sueldo para eliminar a un misterioso enemigo que lo está amenazando.

“El personaje principal es una especie de policía/político, que es una mezcla de distintas personalidades de los que participaron en esta guerra sucia. Es un hombre que está en decadencia, vive en el Pedregal, ya está viejo, y en el ocaso de su vida trata de reivindicar que todo lo que hizo está bien porque era para salvar a la patria”, adelanta Guerrero en entrevista para El Sol de México.

Para él este premio representa un gran orgullo, ya que desde hace tiempo admira el trabajo de Poniatowska, y se siente muy honrado de tener un acercamiento a ella a través de su trabajo.

“Estoy muy contento porque voy a conocer a Elena el día de la premiación. Ésta se pospuso por la pandemia, pero la ceremonia será el 25 de agosto, ese mismo día sale a la luz mi novela”.

Además de su labor como novelista, Joaquín también ha escrito guiones para proyectos como CapadociaEl sexo débil y Vuelve temprano. Gracias a esa experiencia, asegura que ha pulido su estilo de escritura, por lo que se siente muy satisfecho con este tipo de reconocimientos.

“Lo que agradezco del mundo del guion es que te da mucha estructura para escribir”, comentó. “Al final de cuentas es un producto que va dirigido a una audiencia, hay mucha planeación y es mucho de hacerse preguntas como ¿este personaje a dónde va?, ¿de qué se trata la historia? No te puedes salir ni dispersar, eso lo he aplicado a la novela”.

A la par de este festejo, actualmente presenta una novela titulada La desaparición del principito, que escribió inspirado en los documentales de la Segunda Guerra Mundial. Joaquín detalló que sentía mucha inquietud por explorar ese periodo histórico.

El libro sigue las historias de un trabajador de limpieza de escenas del crimen aficionado a los libros, un detective de homicidios que durante el gobierno de Manuel Ávila Camacho sigue la pista de unos nazis refugiados en México, y un soldado alemán de la Segunda Guerra Mundial.

Los sucesos se desatan cuando el primero roba un ejemplar de El principito en una orden de trabajo, sin saber que con ello habrá consecuencias sangrientas para todos los implicados.

“Quería ver la otra cara de la moneda, me refiero a qué pasó con la población civil alemana cuando entran los rusos y los norteamericanos. Me puse a averiguar, y descubrí que hicieron grandes campos de concentración, así como los nazis, que también fueron muy terribles”.

Aunado a ello, durante su proceso de escritura y documentación (que inició en 2015) leyó sobre la misteriosa desaparición de Antoine de Saint-Exupéry (autor de El principito), e investigó los sucesos que ligaron a los nazis con nuestro país en 1945.

“Hago muchos referentes a nuestro México de los años 40, quería crear también una nostalgia, de cierta forma de vestir, cierta forma de vivir, la policía de ese entonces que era la policía secreta, los cafecitos, como el Café la Habana o La Blanca, que todavía está en 5 de mayo”, comentó.

Fuente: El Sol de Hermosillo

La línea oficial de autobuses del 34° Congreso Internacional de Editores