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La libertad de expresión es uno de los pilares sobre los que está cimentada la Feria Internacional del Libro (fil) de Guadalajara. Así lo expresó Raúl Padilla López, uno de los fundadores y actual presidente del encuentro librero, quien añadió que “gracias a ella, la Feria ha florecido durante 35 ediciones”. Y es precisamente en su trigésima quinta edición que la Feria fue elegida para ser sede de la entrega del Premio Voltaire, que cada año otorga la Asociación Internacional de Editores (ipa, por sus siglas en inglés), organización que pugna por defender el derecho a la libertad de publicación alrededor del mundo, y que este año fue concedido al sello libanés Dar Al-Jadeed, en la persona de su directora, Rasha Al-Ameer.

Durante la ceremonia de premiación, Karine Pansa, vicepresidenta de la ipa, recordó que el organismo internacional ha pugnado por la defensa de la libertad de publicación desde hace 125 años, y señaló que a la censura del Estado se ha sumado, en los últimos años, la censura desde grupos de presión en redes sociales, que han propiciado la autocensura en editores y autores.

Para la ceremonia de premiación se contó con la presencia del periodista Jorge Ramos, quien contó cómo tuvo que dejar México en 1983 para escapar de la censura. “En Estados Unidos encontré la libertad que buscaba. Descubrí que los periodistas se burlaban del presidente, que entonces era [Ronald] Reagan, y no les pasaba nada ni nadie les pedía que cambiaran el tono de sus publicaciones”.

El comunicador compartió sus anécdotas con los presidentes Donald Trump y Nicolás Maduro, y señaló que la labor de los periodistas es “siempre estar del otro lado del poder. Hay que tomar posturas porque la neutralidad nunca ayuda a la víctima”.

Jorge Ramos también señaló que “la peor censura es cuando te matan” y añadió que, en ese sentido, México es el peor país para ser periodista. Recordó que desde 2000 han sido asesinados 145 periodistas mexicanos y que en el actual sexenio han matado a 25 comunicadores, crímenes que permanecen en la impunidad, pues pocas veces hay detenidos. “Y, no, no hay otros datos”, afirmó Ramos para señalar que es momento de que los periodistas dejen de ser noticia. Concluyó dirigiéndose a Rasha Al-Ameer, a quien dijo: “Por gente como tú, gente como yo puede hablar libremente”.

Luego de recibir el documento que oficializa la obtención del Premio Voltaire de manos de Karine Pansa, Rasha Al-Ameer tomó la palabra. En un emotivo mensaje creó un paralelismo entre el Líbano, su país de origen; Lokman Slim, su hermano asesinado hace diez meses, y Voltaire, el pensador francés de quien toma el nombre el Premio de la ipa. “Ambos, el Líbano y Lokman, creían en las luchas de Voltaire. Voltaire fue un hombre justo, y mi hermano fue un hombre justo. Estoy segura de que Lokman y Voltaire hubieran amado visitar Guadalajara y su Feria”.

La editora libanesa señaló que seguramente Lokman, el Líbano y Voltaire estaban siguiendo atentamente lo que ocurría en la ceremonia de premiación “y están escuchando estos mensajes”. Asimismo, expresó que al Líbano y a su hermano los mató el mismo asesino: el totalitarismo. Finalizó su mensaje reivindicando el poder de las palabras que, concluyó, “pueden hacer milagros”.

*fil Guadalajara

La línea oficial de autobuses del 34° Congreso Internacional de Editores