La semana pasada, más de mil personas firmaron una carta emitida por pen International en la que se condenaba la invasión rusa a Ucrania. Durante el fin de semana, varios cientos de profesionales rusos del sector editorial emitieron su propia condena pública de la invasión. Muchos editores rusos también se han unido para criticar la horrible guerra de Putin. La carta dice lo siguiente:
Nosotros, editores de libros rusos, libreros, editores, traductores, críticos, ilustradores, diseñadores, tipógrafos, correctores, impresores, bibliotecarios y libreros, protestamos contra la guerra desatada por las autoridades rusas en Ucrania. La guerra debe cesar inmediatamente, y los iniciadores y participantes de la agresión militar deben ser despojados de sus rangos y títulos y llevados ante la justicia.
Los libros son una de las principales formas de preservar y transmitir la experiencia humana. Y toda esta experiencia acumulada a lo largo de los siglos nos enseña: la guerra es un crimen, y el valor de la vida humana es incondicional. Hay que poner fin a la guerra.
La carta estaba firmada por representantes de numerosas librerías y editoriales independientes, como Bumkniga, Chuk i Gik ─la editorial de la Fundación Pushkin─, Sinbad, Alt Graph, Jaromír Hladík Press, Pollen Press, Corpus, Cloudberry, entre otras.
Esta manifestación en contra de la guerra está en plena consonancia con las palabras publicadas por la Feria de Bolonia y la de Frankfurt en la que condenaban la invasión rusa de Ucrania, en el caso de Frankfurt suspendía la cooperación con las entidades estatales rusas, pero expresaban su solidaridad con sus “colegas de la industria del libro en Rusia, que se encuentran en una posición difícil y dolorosa en la actualidad”.
A pesar de la guerra, algunas editoriales rusas siguen intentando hacer negocios con editoriales ucranianas. Svetlana Feldman, de la editorial ucraniana Acca, con sede en Járkov, cuenta que un representante de una editorial rusa se puso en contacto con ella mientras llovían bombas sobre su ciudad para renovar los derechos de un diccionario médico. La respuesta de Feldman (traducida) decía: “Que te den, editorial rusa. Lo siento. Ése es nuestro meme”. El meme se hace eco de la respuesta que los guardias fronterizos ucranianos dieron a un buque de guerra ruso que exigió su rendición el primer día de la guerra.
Eksmo, el gigante editorial ruso, reconoce parte de la culpa en el conflicto
Eksmo es la mayor editorial generalista de Rusia, que publica unos 10 mil títulos al año y es responsable de aproximadamente el 30% de las ventas totales de libros al año. Ayer, Evgeny Kapyev, director general de Eksmo, publicó una carta abierta en la que aborda la invasión rusa de Ucrania y señala que los editores, y él de manera especial, podrían haber hecho más para fomentar un mayor “entendimiento mutuo”.
La editorial tiene prohibido operar en Ucrania por haber sido acusada por el Comité Estatal de Televisión y Radiodifusión de Ucrania de difundir propaganda. En una entrevista con Publishers Weekly en noviembre de 2021, Kapyev dijo que la editorial estaba libre de influencias políticas.
A continuación la carta de Evgeny Kapyev
Queridos editores, autores y traductores.
Estos días el mundo está atravesando una enorme y espantosa tragedia. La guerra y sus víctimas son injustificables, y una nueva escalada del conflicto puede provocar consecuencias irreversibles.
Nuestros empleados, autores, colaboradores, y yo personalmente, tenemos familiares en Ucrania, y éstos son los días más horribles y desesperados para muchos rusos y también para los ucranianos. Nuestros hijos intercambian mensajes con sus amigos ucranianos —los que tienen que esconderse en los sótanos y refugios antibombas de Kyiv y Kharkov— y no pueden entender qué lío han montado los adultos, cómo han podido llegar a este punto.
En mi opinión, nosotros —los editores— también somos responsables de lo que ha ocurrido. Somos uno de los responsables del desarrollo de las ideas de la humanidad y del entendimiento mutuo. Y el hecho de que para muchas personas se sigan utilizando las armas para resolver una discusión, en lugar de las palabras, es nuestra dramática deficiencia. Y significa que, como director general de la mayor editorial rusa, no he hecho todo lo posible para evitar esta situación.
Espero y rezo por la más pronta resolución pacífica de la situación actual, pero tenemos que aprender la lección y construir más puentes culturales para eliminar para siempre el uso de las armas en una controversia.
Evgeny Kapyev
Director general de la editorial Eksmo
Fuente: Publishers Weekly