OpenAI se enfrenta a otra demanda legal por su recopilación no autorizada de información en la web para entrenar a su chatbot de inteligencia artificial, ChatGPT. En esta ocasión, la demanda ha sido presentada por autores que alegan que ChatGPT infringe los derechos de autor de sus novelas.
La demanda colectiva fue presentada en el tribunal federal de San Francisco y acusa a OpenAI de “recurrir a la recopilación masiva” de obras protegidas por derechos de autor “sin consentimiento, sin reconocimiento y sin compensación”. La demanda busca una orden judicial que establezca que la compañía infringió los derechos de autor de los escritores al descargar ilegalmente copias de novelas para entrenar su sistema de IA, y sostiene que las respuestas generadas por ChatGPT constituyen una violación de derechos de autor.
La industria de la inteligencia artificial generativa se encuentra actualmente en medio de numerosos desafíos legales relacionados con el uso de materiales para entrenar sus sistemas de IA, mientras los tribunales analizan si esta práctica se ajusta al concepto de “uso legítimo”. Además de esta demanda, OpenAI también se enfrenta a una demanda colectiva que alega que las miles de millones de líneas de código que su tecnología de IA analiza para generar su propio código constituyen una infracción de derechos de autor. Además, la empresa fue demandada recientemente por copiar de forma automática datos personales de cientos de millones de personas, y Getty Images también ha presentado una demanda por infracción de derechos de autor contra el generador de arte de IA Stable Diffusion.
En apoyo de su acusación de infracción de derechos de autor, los autores demandantes señalan que ChatGPT es capaz de generar resúmenes de sus novelas cuando se le solicita, lo que, según argumentan, solo sería posible si ChatGPT hubiera sido entrenado utilizando las obras con derechos de autor de los demandantes.
Además, los autores alegan que los sistemas de IA no pueden funcionar sin la información extraída de los materiales con derechos de autor, y argumentan que los grandes modelos de lenguaje que impulsan a ChatGPT son en sí mismos obras derivadas infractoras, creadas sin el permiso de los autores y en violación de sus derechos exclusivos bajo la Ley de Derechos de Autor.
La demanda también critica a OpenAI por descargar ilegalmente cientos de miles de libros para entrenar su sistema de IA. Según la demanda, en 2018, la compañía admitió haber utilizado una colección de más de 7.000 novelas sin permiso en su modelo de lenguaje GPT-1. Además, las versiones posteriores de los modelos de lenguaje de OpenAI se entrenaron utilizando mayores cantidades de obras protegidas por derechos de autor.
OpenAI y Microsoft, que posee parte de OpenAI, aún no han respondido a las solicitudes de comentarios sobre esta demanda.
Este caso se suma a un creciente debate sobre los derechos de autor y la utilización ética de materiales protegidos en el campo de la inteligencia artificial generativa. Los resultados de estos casos podrían tener implicaciones significativas para la industria y establecer precedentes legales para el uso de obras protegidas por derechos de autor en el entrenamiento de sistemas de IA.