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PEN America y Penguin Random House han presentado una demanda conjunta contra un distrito escolar de Florida por la prohibición de libros. El origen de la denuncia es la indignación generada por la eliminación de diez títulos relacionados con temáticas raciales y LGTBI de las bibliotecas del distrito. La demanda argumenta que esta acción viola la Primera Enmienda, que garantiza la libertad de expresión.

La denuncia, respaldada por cinco escritores de literatura infantil y juvenil y dos padres de estudiantes del condado de Escambia, va dirigida al gobernador Ron DeSantis, cuyas políticas conservadoras han convertido a Florida en un epicentro de censura de libros. En los últimos años, el Congreso estatal, mayoritariamente republicano, ha aprobado leyes que han llevado a la eliminación de libros problemáticos de bibliotecas y planes de estudio. Se cree que DeSantis utilizará esta postura en su candidatura a las elecciones presidenciales de 2024.

Entre los libros censurados se encuentra Ojos azules, de Toni Morrison, premio Nobel de Literatura. Otros títulos incluyen Las ventajas de ser un marginado, de Stephen Chbosky; The Nowhere Girls, de Amy Reed, y Afortunada, de Alice Sebold, que abordan temas relevantes para los jóvenes lectores.

La demanda también señala la falta de originalidad de la queja presentada por un profesor, quien copió argumentos y textos de un sitio web especializado en denunciar libros «inapropiados».

PEN America, que cuenta con unos 7 500 escritores, ha publicado un informe que revela un aumento en los intentos de prohibición de libros en Estados Unidos. Florida ocupa el segundo lugar en esta lista, después de Texas.