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El pasado 10 de agosto se llevó a cabo la reunión titulada “El papel de las editoriales en el aula invertida”, en el marco del Foro de Innovación Editorial 2023, organizado por la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM) y Editamos.

Esta charla fue dirigida por el Ing. Enrique Callejas, quien presentó a Cristina Vázquez Muñoz, cofundadora de Krismar, docente en la Universidad Interamericana para el Desarrollo y coordinadora de Diseño Instruccional y Gráfico.

Al inicio de la sesión, el Ing. Enrique Callejas cuestionó por qué se están desarrollando nuevas tecnologías de enseñanza, a lo que Cristina Vázquez comentó que durante la pandemia se evidenciaron notables rezagos en la educación y que, como consecuencia, los estudiantes prefieren aprender a su propio ritmo y tener el control de su proceso de aprendizaje. Señaló que en la actualidad la educación se personaliza, lo que ha impulsado el desarrollo de nuevas tecnologías de enseñanza. Además, explicó el enfoque de la educación tradicional.

Durante la sesión, Cristina Vázquez explicó en qué consiste un aula invertida, destacando tanto sus beneficios como sus desafíos. En cuanto a la definición de aula invertida, subrayó tres puntos clave: en primer lugar, la adquisición de conocimiento; en segundo lugar, la participación activa de los estudiantes en la discusión del conocimiento durante las clases; y en último lugar, la evaluación del aprendizaje por parte de los estudiantes, seguida de la extensión de este conocimiento a la comunidad. En relación con los beneficios, mencionó que los alumnos tienen la oportunidad de aprender a su propio ritmo. En cuanto a los desafíos, se refirió a la brecha digital, que afecta a padres de familia y docentes que no están familiarizados con la tecnología.

Otra pregunta formulada por el Ing. Enrique Callejas fue acerca de las recomendaciones a los editores en el enfoque del aula invertida. Cristina Vázquez mencionó que existe una fuerte inclinación hacia el uso de libros físicos, por lo que alentó a dar el salto a la tecnología y a generar nuevos recursos para mantenerse competitivos en el mercado. Hizo hincapié en la importancia de contar con guionistas, pedagogos y autores, y resaltó la necesidad de ingenieros en sistemas capaces de interpretar el contenido de los libros y convertirlo en formato digital. Cristina mencionó los retos que supone esta transición, tales como la necesidad de colaboradores en el ámbito tecnológico, inversión en herramientas para el desarrollo de software, establecimiento de un margen de ganancia y cambio en el modelo de negocio.

Cristina concluyó destacando los beneficios de la producción digital, entre los que se incluyen la reducción de costos de insumos como el encuadernado y la diagramación, el respeto al medio ambiente, la actualización inmediata, la posibilidad de personalizar la tirada, la disminución del inventario, la reducción de los costos de distribución y la expansión del mercado.

La charla culminó con preguntas y dudas sobre recomendaciones de bibliografía para mantenerse al día en el tema del aula invertida.